Thursday, May 17, 2007

poeMARTES 038



Quizás te amenazan las flores
Quizás tu enemigo es el viento
El gusto ansioso de una fruta
El volcán negro de tu sexo

Una caricia se remonta
---El mar repite sus memorias---
Otra caricia misteriosa
Teje la cuerda del verdugo

¡Oh tentación! ¿Quién te rechaza?
Vendaval de alas y de ruegos
Mezclado al sol de los abrazos
No esperes más que tu deseo

Miremos de frente a la tierra
A los ídolos de la vida
Escuchad ese idioma en llamas
En la boca de la bahía

Amenazado por estrellas
Por cabelleras de ternura
Por el agua mortal que brilla
Cuando unos senos se desnudan

Ninguna esperanza/ Enrique Molina
[Argentina, 1910 -1996]
http://amediavoz.com/molinaEnrique.htm
http://antologiapoetica.com.ar/poesia/index1.php3?pag=19
http://buscabiografias.com/cgi-bin/verbio.cgi?id=1595
http://www.triplov.com/surreal/molina.html
http://www.poeticas.com.ar/directorio/Poetas_miembros/Enrique_Molina.html
http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=crit.php&wid=705&show=poemas&p=Enrique+Molina
http://www.poesiaspoemas.com/enrique-molina

Contenido

El poeta – Omar DLP Guzmán Cruz
Anodino – Silsh
capitulación de cara y cruz – Gabriela Alias Botbol
Telúrico – Edilberto González-Trejos
La muerte nos amanece el día – Luciana Garcés
Cameo – Pedro Frontera
Esto no es un adiós – Mari Cruz Agüera
Espuelas – Sergio Borao Llop

El poeta

Ríe, llora, narra,
hiperboliza, pinta, dramatiza,
piensa, cree, opina, teje,
entiende, juzga, conceptúa,
enjuicia, atribuye, imputa.

El poeta no duerme,
lleva la poesía en sus venas,
respira versos, expele rimas,
hace ensalada de palabras
con el extracto de sus sesos.

Procesa, acusa, atribuye,
culpa, carga, incrimina,
pretende, libera, inspira,
inculca, sugestiona, fascina,
hipnotiza, capta, perturba.

El poeta le hace el amor a la vida...

© Omarr DLP Guzmán Cruz

Anodino

Aferrarse a lo que queda
sosteniendo el vacío.

Tórrida soledad en las paredes
su única luz
encerrada en un cubo

se confunde mantel
bebe al olvido.

Insomne
su rutina gris
mueve el calendario

e inventa imágenes de lluvia
que esfuma en vahos de sopor.

No hay sueños
ni pasión necesaria
para escupir con fuerza.

La soledad del hombre
llena de nada
lastima el perímetro
total
de su autobiografía.

© Silsh

Capitulación de cara y cruz

Felices los normales, esos seres extraños
(…)
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,…

Roberto Fernández Retamar

era la blonda tan fina
esbelta y eficiente
hablaba inglés mejor que el presentador de los oscars
hablaba de nueva york como si describiera su dormitorio
sobre tacones sus piernas
como columnas griegas

trabajó en dhl en ups
ahora le quedaba tan ajustado el uniforme
de esta empresa devenida en elegante

era brillosa tan inadvertida
algunos mechones grasos escaparon del peinado
pasaba el trapo sobre el cristal con hartazgo o ira
no hablaba un ronquido parecido a buenos días
la cabeza siempre gacha mirando de reojo
a las señoritas de los escritorios

trabajó en cñía.limpia en todolimp
y ahora le sigue quedando tan desagraciado
el pantalón de frisa y el delantal verde

no es mal ejercicio mirar a cada una
desde la perspectiva de la otra

porque se es ambas

© Gabriela Alia Botbol

Telúrico

I. La Pangea Social
cruje, cede, se desbarata,
hundiéndose en las aguas
de un autismo masivo y particular.

II. Las delicadas placas de la tolerancia
extrañanamente se acomodaron
causando temblores de suspicacia
centrífuga telúrica.

III. Los últimos trozos
de la "Terra Firma" del Oceánico Garrett
yacen dispersos entre las aguas autistas,
separados por acomodos terrenales intolerantes.

IV. Insulares realidades
de la existencia individual
se asoman cuales pálidas memorias
de Continentes Míticos,
ya ni siquiera de la Pangea Social.

V. En el Centro, en el Eje,
pulsa una Revolución a fuego lento,
el temido cataclismo
será sólo el reacomodo
de un Nuevo Orden Centrípeto.

© Edilberto González Trejos

La muerte nos amanece el día

Como un ángel vengador,
la muerte nos amanece el día.
Duele, duele, duele,

Comimos pan ázimo untado con hiel
y sacudimos nuestras sandalias
ante la fosa que guarda tu cáscara vacía.

Sobre tu tumba, la segadora de sueños
bailo peteneras en tu honor,
repique de castañuelas doblaban por ti.

Caminas por tu jardin de limoneros
y jazmines, entre las rosas que añoramos
de nuestra infancia en el hogar.

La tribu pierde tus sonrisas, pero no tu memoria

[A Inmaculada Concepción Garcés]

© Luciana Garcés

Cameo

A menudo creo estar soñando
y sueño
ser hombre solitario que
sin cruzar palabra con nadie
se levanta temprano
para desayunar café en la barra.

Por cruzar, cruzo sólo la plaza
cuando sé que me estás mirando,
y así, cuando salgo del bar,
ya te habrás instalado
en la última mesa de la terraza.
Por eso cumplo cada día el rito
de tropezar con la misma farola.
Sé que eso te hace gracia,
aunque a mí me hace pensar que estoy tarado.
Por otro lado mi mujer me engaña
acostándose con Cortázar.
Me ilusiono pensando
que alguna vez, mientras fuman acostados,
me sacarán a colación,
y que, después de todo, en mi vida
él no representa más que un
cameo.

© Pedro Frontera

Esto no es un adiós

¿Serás, amor
un largo adiós que no se acaba?

P. Salinas

Yo sé que no me diste una promesa,
ni un perro guía para mi ceguera,
ni un espejo guardián de la memoria.
Sé que me viste a ratos
con los ojos profundos de un abismo
cuando tu corazón era un incendio intenso
y yo tan sólo un cuerpo
en busca de refugio
y estaba prohibido amarme
como si fuese una mujer o un alma libre.

Para entender mis horas de tinieblas
te faltó desmantelar mi sangre
y encontrarme preguntas
que sólo me llenaste de silencios.

Yo, que sólo era estar para tus manos
como un árbol inmóvil
que brindaba el apoyo de sus ramas,
ahora por fin desprovista de pájaros
he comenzado a andar sin tropezarme.

Y lo que más lamento
es no tener razón para culparte
que esto no sea un adiós…y lo parezca.


© Mari Cruz Agüera

Espuelas

La vida tiene espuelas, aguijones
que incitan al olvido, a la distancia.

Tiene cánceres negros que horrorizan capullos,
indoloros venenos que van sembrando ausencias,
hermosas alboradas que se ahogan en sombras.

Hiere siempre certera las zonas más sensibles.
Sobrecoge su empuje de tormenta implacable.

Tiene espuelas la vida y las clava en los costados
con frenesí de fiera, con disimulo de ángel.

Tiene aguijones suaves y cuchillos de almíbar
y sobre todo, fuego, fuego que quema el alma.

¡Pero es tan dulce a veces el fragor de las llamas!

© Sergio Borao Llop
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© mediaIslapoeMARTES 31 de enero 2006.-

1 comment:

Edilberto González Trejos - Autor said...

Su esfuerzo es realmente encomiable. La bitácora está quedando espectacular.
Saludos
EDILBERTO GONZÁLEZ TREJOS
"Songo"