Tuesday, May 15, 2007

poeMARTES 029




Haz una llave, aunque sea pequeña,
entra en la casa.
Consiente en la dulzura, ten piedad
de la materia de los sueños y de las aves.

Invoca el fuego, la claridad, la música
de los flancos.
No digas piedra, di ventana.
No seas como la sombra.

Di hombre, di niño, di estrella.
Repite las sílabas
donde la luz es feliz y se demora,

vuelve a decir: hombre, mujer, niño.
Donde la belleza es más nueva.

Blanco en lo blanco/ Eugenio de Andrade
[Portugal, 1923-2005]
http://amediavoz.com/andrade.htm
http://www.epdlp.com/escritor.php?id=1390
http://www.cyberhumanitatis.uchile.cl/CDA/creacion_simple2/0,1241,SCID%253D18514%2526ISID%253D646,00.html
http://librodenotas.com/article/7049/entrevista-con-eugenio-de-andrade
http://www.difusioncultural.uam.mx/casadeltiempo/82_nov_2005/casa_del_tiempo_num82_09_16.pdf

Contenido

Ese hilo de Saliva – Edgar E. Ramírez
Praga en un 20 de Agosto – Alejandro Drewes
No dan pan mis espigas – Mari Cruz Agüera

Ese hilo de saliva

Ese hilo de saliva me recuerda los astros,
tu sonrisa como tela de araña Ariadna
o el arte de tejer un laberinto.
¡Buenos Días! Viajero de la noche:
¿Qué estelas siderales de dolor comercias?
¿Qué muchacha solitaria engañas?
¿Cual patria sin rumbo vendes a los maestros de la nada?
Esa baba de Dios colgada de las catedrales,
la mocosidad divina de las sinagogas
y mezquitas de la guerra.
Esos ácidos que corroen el ano metafísico de los ángeles.
Esos arrecifes en el pecho de las vírgenes,
sirenas y madres de profetas decapitados,
y poetas apestados con el prepucio de los circuncisos.
Esas secreciones pestilentes,
que destila la historia,
se mezclan a los sapos aplastados por los niños
y a los fetos sin rostro ni apellido de los frascos
de laboratorios clandestinos,
para conformar hoy ese perfume predilecto
de los militares, cardenales y políticos,
que dejan grabados sus nombres
en las tumbas comunes y perdidas de los desaparecidos.
Esas babas de cónclaves y juzgados borrachos
me traen hoy a la memoria descosida:
todos esos cuentos con que duermen al hombre.

© Edgar E. Ramírez

Praga en un 20 de agosto
in memoriam

Praga, tu primavera vuelta invierno
y otoño y silenciosa melancolía
en las notas desgarradas
de violines conocidos, y no tanto.
Sal de la muerte por las calles
cuando el circo ruso
seguía sus doce años de giras,
y tú no quisiste alimentar a las fieras.

Praga, ese tu mítico nombre
donde siempre retornan los pasos
-cuando ya el largo tren de la Historia
y el gorro de Clementis ya no vuelven-
ni la nieve a caer sobre las torres de Týn;
reflejo del cielo y esa pequeña cruz
que te ve caminar de uno a otro terror,
desfile de ayer por tus rostros familiares.

Todas las desolaciones y cada transido
matiz de la palabra lítost en otra boca
callada, en otro rostro sangrante.
Praha/Prag, sangrante umbral de memoria
oh qué oscuro denso poso decantado
por la amarga cepa de aquel tiempo:
tu irreversibe tiempo, animal de ojos ciegos,
ven y comparte mis pasos errantes.

Sí, camina conmigo una vez más los pasos
hasta la digna Ciudad Vieja y los sobrios
fantasmas huídos, cuando nadie supo
el arte antiguo de ver el cristal
destrozado del tiempo, las aguas futuras.
Oh por Dios camina conmigo,
no quiero quebrarme ahora y sin ti,
recordar la sangre sin nieve, los muertos.

La tarde cae lenta, camina ahora conmigo,
amor tus inútiles lágrimas por última vez.
Oh eleva tus lágrimas hasta la cruz de Týn.

© Alejandro Drewes

No dan pan mis espigas

…Y me sonrojo ante los vivos
me da como vergüenza vivir
robarles el aire que no utilizo
Marta Zafrilla Díaz


Tengo un reloj parado de tiempo que no gasto.
Tengo mucho silencio.
Tengo la ausencia -¡toda!-
colgada en los pasillos de esta ciudad pequeña.

De noche los zapatos se me escapan descalzos,
¿qué sombra los arrastra a un pozo de recuerdos
que ya no llena nadie?

Para mis ojos muertos ya no bastan las lágrimas,
ni este brocal de miedo donde estrellar derrotas.
¿Dónde se esconde el eco?
¿dónde fueron las huellas de mi espejo vacío?

No dan pan mis espigas.

Me miro en tantas cosas que llevaban un nombre
y ahora lo callan todo...

No sé por qué respiro.


© Mari Cruz Agüera
_______________
© mediaIslapoeMARTES 16 de Agosto 2005.-

1 comment:

Anonymous said...

Vaya!
Mari Cruz, no sabía que nadie me citara en encabezamientos de poemas!!
Me he quedado blanca.
Gracias!!
Un beso,
http://nuncaprendiasilbar.blogspot.com